sábado, 3 de diciembre de 2011

me dan unas ganas...

A veces siento el deseo de echarle una gran puteada a todos, lástima que nunca me atreva, quizás es prudente de mi parte el no hacerlo porque inevitablemente habrían daños colaterales. Supongo que es porque nunca abrí los ojos antes que esto es nuevo, tiene su lado positivo también, es cierto, ahora puedo mirarte a los ojos y despreciarte, no sé desde qué parte de mi ser, "desde lo más profudo" es un poco cliché y de todos modos no resumiría como son las cosas. No confío, te lo debo (y digo te, pero sé que no debería ser en singular sino que en plural). NO lo agradezco, a pesar de lo que he aprendido, pero no puedo agradecer tanto daño, indemnízame, si es que en algo puede mitigar el dolor sufrido, pues creo que no puedes, pero si pudiste evitar pisotearme y aprovecharte de las circuntancias (látima que sea tan tarde). Como no es indemnizable, sólo queda desprecio, y una indiferencia que paulatinamente se apodera de mí, sólo me da pena la gente que te rodea y te "compra" la postura ante la vida, en la que una vez yo creí ingenuamente(quizás estúpidamente).

No hay comentarios:

Publicar un comentario